¿Economía circular, nuevo paradigma del s.XXI?

En los últimos meses, y afortunadamente cada día con mayor frecuencia y profundidad, estamos asistiendo a la diseminación del, en mi opinión, nuevo paradigma económico que significa la Economía Circular.

El modelo de Economía Circular propone la transición del concepto de “final de vida” que lleva implícito el actual modelo lineal de «extrae-produce-consume-tira» del bien producido o consumido, hacia un modelo circular que «optimiza-comparte-regenera-reutiliza-recicla-intercambia» los recursos naturales y técnicos con 0 Residuos como objetivo último-el concepto «de la Cuna a la Cuna», como referencia al significado de los procesos evolutivos de nuestra madre Naturaleza que se alimenta con la aplicación intensiva de energías de fuente renovable. 

Con una población global camino de los 9.700 millones de habitantes que se espera vivan en 2050 (2,4 billones más que en 2015) y demandas crecientes, principalmente por parte de los países en desarrollo que, con toda razón, aspiran a construir sus sociedades de bienestar (dotación de infraestructuras, ciudades, servicios de educación y salud, transportes, comunicaciones), el ritmo de extracción y utilización de bienes materiales de carácter finito (ej.: petróleo, carbón, ciertos minerales) resulta claramente insostenible de mantener en los años venideros, limitando gravemente su disponibilidad a las generaciones futuras.

Esta situación, está ya provocando el consiguiente efecto negativo en los precios haciéndolos más volátiles y, al mismo tiempo, afectando seriamente a la disponibilidad de recursos (ej.: alimentos, minerales, agua), pudiendo éstos ser objeto de conflictos internacionales de todo tipo.

El impacto negativo que el actual sistema lineal provoca en el calentamiento global del planeta, es reconocido ampliamente tal y como ha sido refrendado recientemente por la Conferencia de París sobre el Cambio Climático COP21/CMP11http://www.cop21.gouv.fr/en/learn/.

Los poderes públicos, gobiernos, representantes políticos, ONGs, así como el sector privado y la sociedad en general, sienten o empiezan a sentir la preocupacion por la herencia que dejaremos a las generaciones futuras en términos de sostenibilidad y habitabilidad de nuestro planeta Tierra. Y en este sentido, se hace cada vez más patente la insostenibilidad del actual sistema de economía lineal, con independencia de los enfoques que al sistema económico actual, se pretendan dar desde las diferentes posiciones ideológicas que mayoritariamente influyen en el devenir del desarrollo de nuestras sociedades.

Temas de actualidad como el objetivo de limitar el calentamiento global hasta un máximo de 1,5ºC o la reducción de emisiones de monóxido de carbono, cuya producción es principal consecuencia directa del uso y combustión de combustibles fósiles, justifican plenamente la necesidad de iniciar sin demora el tránsito del actual e insostenible sistema lineal hacia el de Economía Circular de desarrollo sostenible, que utiliza menos recursos en la producción de bienes y servicios, prolonga la vida útil de los materiales utilizados, y al mismo tiempo limita el consumo de recursos y la producción de residuos así como de fuentes de agua y energía.

La Economía Circular ocupa ya las agendas de gobiernos y el sector privado de algunos países directamente competidores de España (ej. Estados Unidos, China, Finlandia, Dinamarca, Suecia, Reino Unido) y compañías de ámbito global (Apple, Unilever, Google, Cisco, Renault, Philips), proveedoras de diferentes bienes y servicios (fabricación de automóviles, industria textil, bienes de equipo, electrónica). Supone frente al ya obsoleto modelo lineal, un ecosistema de oportunidades con la aparición de nuevos empleos, áreas de innovación en la industria, la agricultura y los servicios, que fundamentan un crecimiento económico robusto y con él, la necesaria producción de riqueza como elemento dinamizador del ciclo de sostenibilidad que nuestro estado de bienestar demanda para atender, con bases más inclusivas y equitativas, las crecientes necesidades de una población, que en el caso español, envejece con rapidez a la vez que disminuye paulatinamente según recientes proyecciones demográficas.

En un estudio publicado en julio 2015 por la Ellen Macarthur Foundation se estima en 1,8 trillones de euros -aproximadamente el PIB de Italia-, el valor adicional que generaría para Europa la contribución del modelo de Economía Circular.

El cambio de modelo está ya en marcha y España, y sus representantes políticos y la sociedad civil en general, debieran encauzar sin más dilación, con liderazgo y visión de largo plazo, el tránsito hacia el modelo que proponemos, tomando con responsabilidad y sin más retraso las acciones que a cada uno correspondan, con el objetivo final de superar las debilidades crónicas que aquejan a la economía española, fortalecerla frente a los vaivenes cíclicos a los que España es tan vulnerable, como la reciente crisis económica iniciada en 2008 ha demostrado sobradamente, y mejorar significativamente el bienestar de su ciudadanía.

El gráfico siguiente, explica de manera resumida cómo los activos inteligentes transforman el modo por el que los producimos, utilizamos y reutilizamos descubriendo su potencial económico en un sistema de Economía Circular. La verificación del desempeño  mediante el uso de las tecnologías de la información, transmitiendo datos desde el producto al fabricante. La redefinición del mantenimiento, con contratos de desempeño, el  mantenimiento predictivo, y las actualizaciones y mejoras. La extensión del ciclo de uso, con la recuperación de componentes, la reutilización, el reciclado y la optimización del uso exclusivo. El desarrollo del diseño facilitado por los datos que informan de mejoras del producto que conducen a su vez a la mejora de componentes y productos.

IA_Make-Use-Reuse

El rediseño industrial, la biomimética, la remanufactura de bienes de equipo, la reutilización de fibras textiles, el uso de abonos de base orgánica, la minería urbana, el tránsito hacia modelos basados en el alquiler de bienes más que en su adquisición, el uso de Big y Open Data, la Internet de las Cosas -Internet of Things-, son algunos de los ejemplos que nos hacen reflexionar sobre las positivas sinergias que el modelo de Economia Circular -más allá de su contribución a la preservación del medio ambiente a escala global-,  nos ofrece frente al actual de producir, usar y tirar.

La Economía Circular supone un profundo cambio disruptivo que afectaría a los esquemas tradicionales de relación proveedor-cliente, los métodos de financiación de bienes y servicios -el fabricante deviene más en «propietario» del bien  asume su mantenimiento, en tanto que el cliente pasa a ser «usuario» del mismo-, y finalmente, transformarían los esquemas de tributación aplicados hoy por los sistemas de economía de mercado.

Economía Circular, en definitiva, significa hacer más con menos recursos.

 

CreativeCommons-logo
Esta obra de Miguel Sánchez de Pedro está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.